viernes, 27 de marzo de 2009

Elevan maestros 6.8% su sueldo... no la calidad

MÈXICO.- Aunque el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educaciòn (SNTE) ha incumplido sus promesas de la alianza educativa, el Gobierno lo premiò al satisfacer sus reclamos y darle un aumento salarial global de 6.8 por ciento.
El gremio que encabeza Elba Esther Gordillo logrò un incremento de 4.9 por ciento, màs 0.4 de fortalecimiento al salario y 1.5 en prestaciones, retroactivas al 1 de marzo.
Ademàs, el 80% de los sindicalizados que cotizan en la zona econòmica 2 tendrà un incremento extra de 12% directo al salario para la rezonificaciòn magisterial, es decir, para reducir su brecha salarial con respecto a los maestros de la zona 3, denominada de vida cara.
Este aumento podrìa representar màs de 20 mil millones de pesos si, como ha señalado el SNTE, cada punto porcentual tiene un costo de mil 250 millones de pesos.
En contraste, los compromisos firmados entre la SEP y el Sindicato magisterial en la Alianza por la Calidad de la Educaciòn siguen sin cumplirse.
En relaciòn con las plazas nuevas, para las cuales este año hay asignados 800 millones de pesos, cuatro veces màs que en 2008, cuando hubo 195 millones y se abrieron 8 mil 100 puestos, aùn no se instalan el organismo independiente que se encargarà de hacer el examen nacional a los aspirantes.
Ademàs Gordillo acordò reformar en este ciclo escolar el programa de Carrera Magisterial para reducir el esquema de evaluaciòn docente de seis factores que tenìa originalmente a sòlo tres.
La convocatoria del programa para este año no tuvo modificaciones, pero la dirigente magisterial negociò un aumento de 650 millones de pesos.
El SNTE dirigiò al Presidente Felipe Calderòn el Pliego General de Demandas 2009, y ayer fue la Secretarìa de Gobernaciòn la que informò sobre las negociaciones.

Los profesores quedan a deber

No han firmado la reforma del Programa de Carrera Magisterial
No se ha creado el organismo independiente encargado de elaborar el Examen Nacional de Plazas.
No se han aprobado mecanismos para la certificaciòn de maestros.
No se han aprobado los tèrminos del Programa de Estìmulos al Desempeño Docente.

MURAL
Viernes 27 de marzo 2009
Sonia del Valle.

Jornada de Participaciòn Escolar ( IFE )

Las urnas en las aulas

En la Escuela Secundaria Tècnica No. 117 "Josè Guadalupe Covarrubias Ponce" de la Zona Escolar No. 18 de Secundarias Tècnicas, el dìa 26 de marzo del 2009 se llevò a cabo el Ejercicio infantil y juvenil 2009.

Los adolescentes de esta escuela participaron en un simulacro de votaciòn para fomentar en ellos la cultura democràtica.

El ejercicio es encabezado por el Instituto Electoral y de Participaciòn Ciudadana (IEPC), con el respaldo de la Secretarìa de Educaciòn Pùblica y las secciones 16 y 47 del SNTE.
Los jovenes somos parte de la sociedad y tenemos derechos que no sòlo debemos conocer, sino tambièn trabajar para hacerlos cumplir. Una forma de lograrlo es demostrar que tenemos la capacidad de informarnos e intercambiar opiniones para tomar decisiones y proponer soluciones responsables que atiendan situaciones de la vida cotidiana que nos interesan o afectan, ademàs de organizarnos y actuar para construir espacios de convivencia libres de violencia, màs sanos y seguros.
La invitaciòn es a trabajar en la construcciòn de espacios donde podamos expresar y escuchar de manera libre y respetuosa la opiniòn de todos, para construir acuerdos que permitan mejorar la forma de relacionarnos y solucionar problemas que ponen en riesgo la seguridad y el bienestar en los lugares donde convivimos de manera cotidiana, como la escuela.

Con los resultados de la elecciòn tendremos informaciòn acerca de la forma como los jovenes vemos y vivimos la convivencia entre compañeros, profesores y directivos, ademàs de que podremos elegir acciones para mejorar la convivencia en la escuela.

Resolver conflictos no es fàcil, pues requiere que las personas actuemos conforme a:

La razòn, manifestada a travès de nuestra capacidad para pensar y tomar decisiones responsables que procuren nuestro bienestar y el de las personas con las que convivimos, y

La tolerancia, que tiene que ver con la capacidad que cada quien tiene de aceptar, en los otros como en uno mismo, la libertad de elegir su forma de ser y de pensar sin hacer de ello un obstàculo para organizarnos con otros, tomar decisiones y convivir de manera respetuosa.

lunes, 23 de marzo de 2009

Elaboran reglamento escolar

La relaciòn dentro de la escuela entre profesores, directores y supervisores de secundaria de Jalisco se regiràn por un nuevo reglamento, que està preparando la Secretarìa de Educaciòn Jalisco (SEJ).

Junto con las secciones estatales del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educaciòn (SNTE), la dependencia define las atribuciones y el papel que desempeña cada actor dentro de la escuela.
El titular de la dependencia, Miguel Àngel Martìnez Espinosa, explicò que el SNTE realiza observaciones al reglamento que ya elaborò la secretarìa, por lo que esperan que el nuevo documento estè terminado en abril.

"Es pertinente que se abra este espacio, porque al regularse las relaciones entre directores, supervisores y maestros, pues se alteran o pueden correr el riesgo de alterarse las relaciones entre los diferentes factores de la educaciòn y eso interesa revisarlo y cuidarlo al sindicato", señalò.
El reglamento dejarà claro cuàles son los horarios que tienen que cumplir los maestros, directivos y supervisores; las reglas de disciplina que se deben cumplir y aplicar en las escuelas, las atribuciones que tienen los directivos frente a su personal y alumnos, asì como el papel de los supervisores en la relaciòn con los titulares de cada plantel.
El documento tambièn determinarà cuàl es el alcance de la intervenciòn de los padres de familia en las escuelas.

Recientemente, la SEJ presentò una investigaciòn sobre los alcances de la violencia escolar en 16 escuelas secundarias de la entidad; en el texto los alumnos señalaban que los maestros no intervenìan cuando veìan problemas entre estudiantes, como las peleas.

Tambièn se detectò que muchos profesores no tenìan clara la reglamentaciòn para aplicar disciplina dentro de la escuela.

MURAL
Lunes 23 de marzo de 2009
Paulina Martìnez

domingo, 22 de marzo de 2009

A menudo cuando se plantean reformas a la educaciòn, la atenciòn se centra en los contenidos y mètodos de enseñanza

A menudo cuando se plantean reformas a la educación, la atención se centra en los contenidos y métodos de enseñanza. No obstante, determinar en forma unilateral que es lo esencial de los conocimientos existentes y cómo deben impartirse es una tarea que resulta la mayoría de las veces ineficaz, puesto que los educandos no los aprenden como debieran ya que les resultan poco significativos para su mundo cotidiano.
Es más asistir rutinariamente a la escuela no representa en sí la oportunidad para que los educandos hagan uso de su capacidad de raciocinio, reflexión y análisis, ni la posibilidad de aprender a relacionarse críticamente con su mundo circundante. En realidad, los objetivos implícitos y explícitos que buscan cumplírsela asistir a la escuela como una exigencia socialmente impuesta poco tienen que ver con el proceso crítico y creativo que significa la adquisición, construcción y aplicación del conocimiento como un objetivo que debería ser esencial para el sistema educativo. Sin embargo, muchos padres sólo ven en la escuela la perspectiva de que los hijos consigan un salario, una “chamba” segura, casa confortable y otras comodidades que supuestamente podrán alcanzar mediante la obtención de certificados de estudios, títulos o grados universitarios.

En este sentido, poco habría que discutir en relación con los contenidos y métodos de enseñanza y sí mucho respecto a los objetivos educacionales que se formulan a lo largo de la estructura escolar, desde el nivel elemental hasta el universitario.

Nos interesa destacar la importancia del sistema escolar en el proceso de aprendizaje ya que el estudiante, independientemente del nivel en el que se encuentra, aprende no sólo de los contenidos programáticos, sino que todos los elementos que rodean al proceso educativo se convierten en mensajes cognoscitivos o afectivos que en ocasiones resultan más significativos para la formación intelectual y emocional que las clases de historia o matemáticas aprendidas mecánicamente y que no despiertan un interés real en los alumnos.

En efecto, en tanto que la sociedad se erige sobre bases organizativas determinadas por estructuras jerárquicas, formas de dominación y relaciones de poder, el aparato escolar responde a esta misma organización. En este sentido, poco puede hacerse mediante la modificación de contenidos y métodos de enseñanza si la base sobre la que descansa el trabajo escolar sigue funcionando con esquemas tradicionales, rígidos, poco creativos y, fundamentalmente, autoritarios.

Los objetivos de la educación, en el supuesto de que ésta se orientará hacia la liberación del hombre y el desarrollo real de todas sus potencialidades, serían la modificación de sus esquemas mentales y de sus actitudes ante la vida de manera que la memorización del conocimiento diera paso a la generación del mismo; que la aplicación mecánica de fórmulas y técnicas establecidas se sustituyera por la crítica de los conocimientos existentes y la elaboración de otros como un proceso natural y no sólo como algo destinado a mentalidades “superiores”. En suma, que el estudiante se encuentre en condiciones tanto de aprender sistemáticamente como de producir conocimientos con el objeto de aplicarlos en la transformación de su mundo circundante.

Empero, en tanto que los contenidos se transmiten en forma mecánica y ahistórica, el estudiante se ve obligado a recordar datos y hechos que le resultan inoperantes para explicar su realidad inmediata y cotidiana. No comprende que para hacer la historia se requiere conocer lo que ha ocurrido previamente; peor aún, no se siente parte de la historia porque todo parece ya hecho y, por lo tanto, no se compromete ni con el estudio ni con su realidad inmediata.

A estas deficiencias debemos agregar que las visiones limitadas, burocráticas y esquemáticas de quienes se encuentran al frente de las instituciones educativas dan al traste con cualquier innovación que pretenda introducirse en la enseñanza.

Se ponen obstáculos a cualquier iniciativa que provenga de los maestros, de los alumnos, y de quienes participan indirectamente en el proceso enseñanza-aprendizaje, para transformar contenidos y métodos de enseñanza que permitan lograr una mejor formación intelectual y emocional de los estudiantes.

En estas circunstancias enseñar a los alumnos a pensar puede significar para ciertos grupos y personas un peligro que no se debe permitir ya que pone en riesgo las formas tradicionales de autoritarismo y ejercicio del poder. Los estudiantes son sometidos muchas veces a discursos que carecen de sentido, resultan inconexos y confusos, aunque se encuentren aparentemente envueltos en un ropaje de veracidad y sapiencia. Con esto se confunde al niño o al joven, quienes llegan a creer que la falta de claridad y coherencia proviene de sus propios esquemas mentales que les impiden comprender correctamente los contenidos, fórmulas, conocimientos, métodos, etcétera, que les son transmitidos en las aulas.

Podría pensarse que estos patrones de enseñanza sólo se presentan en la burocracia estatal enquistada en la educación, pero no es así. Paralelamente a la enseñanza impartida en las instituciones oficiales, se ha desarrollado todo un aparato que va desde el preescolar hasta el universitario controlado en forma privada y en donde los servicios educativos asumen más claramente la calidad de mercancía, en tanto que el receptor paga un precio por consumirlos.
De esta manera, al mismo tiempo que la iniciativa privada forma algunos de los cuadros que necesita, de acuerdo a sus intereses y a su propia ideología, invierte parte de su capital en escuelas privadas como un buen negocio, ya que busca obtener elevadas ganancias como un fin prioritario, pasando a segundo término los objetivos propiamente educativos que toda institución escolar, aun las privadas, deben asumir como un compromiso social.

En las escuelas privadas los programas innovadores responden a las exigencias más claramente definidas por el capital, a la reproducción y respeto fiel de la ideología dominante por lo que cualquier cuestionamiento proveniente tanto de los profesores como de los padres de familia es eliminado mediante diversas formas coercitivas o francamente represivas.

La iniciativa, imaginación y creatividad de los maestros puede limitarse o definitivamente ser anulada por parte de quienes dirigen la institución y con ello el alumno pierde también la oportunidad de usar su capacidad crítica, analítica e imaginativa para recrear el conocimiento y convertir su proceso de formación intelectual en una aventura apasionante.
La dirección de las instituciones escolares bajo criterios burocráticos, esquemáticos, utilitaristas y mediocres representan un costo social muy elevado para la población. La influencia que ejercen dichas instituciones en la educación de los niños puede atrofiar significativamente su inquietud innata por el conocimiento, así como su creatividad.

La inadecuada dirección de las escuelas, insistimos, da al traste con cualquier intento de innovar e introducir cambios significativos en los contenidos y métodos de enseñanza. Aquí resulta válido el señalamiento que hiciera María Montessori “para educar al niño de manera distinta, para salvarlo de los conflictos que ponen en peligro su vida síquica, es necesario en primer lugar un paso fundamental, esencialísimo, del cual depende todo el éxito: y es el de modificar al adulto” (El Niño, el secreto de la infancia, p. 37).

En la escuela los niños están sometidos a una serie de estímulos que repercuten significativamente en su aprendizaje y que se expresan tanto en el contenido de la enseñanza como en las formas organizativas y en la estructura administrativa de las instituciones escolares, las cuales en ocasiones resultan nefastas para los pequeños. En efecto, “en la escuela el niño no se ve expuesto únicamente a experiencias destinadas a beneficiarle, sino también a otras que sirven principalmente para beneficiar a la burocracia. Esto crea tensión, una tensión de la que se resienten el niño y su educación. Los pequeños acusan estas tensiones aunque al principio sean demasiado jóvenes para darse cuenta de ellas”.(Bruno Bettelheim y Karen Zelan, Aprender a leer, p. 14).

En tanto que los niños no sólo aprenden del contenido programático de los cursos, sino de las actitudes y formas de comportamiento de los adultos, las situaciones que reseñamos (el mercantilismo y la falta de interés por la formación integral de los niños) se reflejan en toda la estructura organizativa del centro escolar afectando el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por ejemplo, en muchas escuelas privadas se pone en conocimiento de los niños que no tendrán derecho a exámenes finales si sus padres no están al corriente de las colegiaturas, generando con ello inseguridad e inquietud que repercuten en el aprendizaje.

Las críticas a la escuela producidas en la década de los 60 siguen vigentes y las instituciones educativas son un lugar nocivo para los niños cuando en ellas se transmite la peor parte de los elementos que conforman una sociedad: el individualismo, la falta de honestidad, la mediocridad, el abuso y el lucro como formas de vida implícita o explícitamente asumidas.

jueves, 19 de marzo de 2009

El aprendizaje en la escuela està determinado no sòlo por el contenido de los programas

La escuela, al estar inmersa en un contexto social determinado, recibe influencias de diversos tipos, tanto a nivel de la sociedad como de grupos sociales específicos con los que se relaciona directamente. Puede decirse que desde los primeros grados de escolaridad las relaciones sociales dominantes dejan sentir su presencia al establecer las bases para “legitimar” la diferenciación que se manifiesta entre la enseñanza que se imparte en las escuelas públicas y aquella que se proporciona en las escuelas privadas. Esta situación se refuerza con los diferentes estímulos a que se somete a los niños según sea el entorno socioeconómico y cultural en el que se desenvuelven los distintos grupos sociales en los que se ubican las familias de los educandos; así, el modo de vida, el tipo de relaciones que se establecen entre los grupos sociales y al interior de cada familia y el marco cultural prevaleciente tienen repercusiones directas en el aprovechamiento escolar.


Por lo tanto, el aprendizaje en la escuela está determinado no sólo por el contenido de los programas, los libros y el material de apoyo, sino por un marco de referencia más amplio, concretamente la situación de clase de los individuos, la cual depende de la posición que tiene cada uno de los grupos sociales en la estructura socioeconómica de la sociedad.

Por ello, pretender que los niños obtengan un mejor aprovechamiento en la escuela no sólo implica la revisión del programa escolar. Sustituir acríticamente un contenido por otro supuestamente más actualizado y “moderno” e introducir novedosas tecnologías educativas no permiten por sí solas elevar el aprovechamiento escolar si el proyecto académico se elabora en forma abstracta, aislada de las circunstancias sociohistóricas en las que se desenvuelven los actores del proceso enseñanza-aprendizaje.

Se trata en todo caso de una tarea más amplia y compleja que involucra al medio social y particularmente, el ámbito familiar del niño, pues es en la familia donde se adquieren las primeras nociones sobre la naturaleza y la realidad social inmediata y se crean o modelan las actitudes y expectativas frente a la vida y ante los demás sujetos sociales. Es también en la familia en donde se facilitará u obstaculizará la labor del maestro según sea el tipo de apoyo intelectual, emocional y material que reciba el niño de sus familiares.

Aun cuando aquello que se aprende, transmite o desarrolla en casa (conocimientos, actitudes, habilidades) pudiera aparecer poco vinculado con el aprendizaje formal o escolarizado, tal bagaje intelectual y cultural así como la experiencia adquirida está, sin duda, determinando el éxito o fracaso del educando en el aula. El tipo de apoyo que la familia brinda para el reforzamiento de los contenidos educativos, a su vez, condicionado por el nivel socioeconómico y cultural de los padres o de quienes tienen a su cargo la orientación y apoyo para el cumplimiento de las tareas y demás actividades escolares.

Dada la deteriorada situación económica de la mayoría de la población y su estrecho marco sociocultural, es muy frecuente que en el seno familiar no se proporcione la ayuda adecuada a los niños para mejorar su aprovechamiento escolar. Estos enfrentan en su vida cotidiana diversas carencias materiales y la imposibilidad de que los padres auxilien a los hijos en sus tareas escolares y en la resolución de las dudas surgidas en el salón de clases. Esto último se debe a que muchos padres son analfabetas o analfabetas funcionales, considerados estos últimos dentro de un amplio espectro que abarca a quienes habiendo o no concluido la enseñanza básica la olvidaron por desuso y a aquellos que no obstante haber concluido estudios básicos e incluso la enseñanza media, tienen un bagaje cultural muy limitado. De ahí que el rendimiento considerado en términos de éxito o fracaso en la escuela, está determinado no sólo por el contenido de la enseñanza y su mayor complejidad, ni por la “aptitud personal” del niño para el estudio, sino por la situación familiar en cuanto a los aspectos económicos, sociales y culturales, mismos que, como ya se han visto, tienen repercusiones directas en el aprendizaje de los educandos.

Ciertamente, como decía Durkheim, la forma como se educa a un individuo no puede ser otra que aquella que le demanda la sociedad en la que está inmerso. Empero, lejos de lo que planteaba este autor, cuyo análisis positivista de la educación encierra una posición ideológica profundamente conservadora, debemos conocer en forma objetiva y precisa el tipo de influencia que la escuela, el educando y el mismo educador reciben de la sociedad en general y de los contextos socioeconómicos y culturales específicos. Sólo así podremos orientar los cambios sociales pertinentes que hagan posible elevar la calidad de la educación que se imparta. De no ser así, podemos seguir con reformas educativas sexenales que no podrán conseguir el mejoramiento sustancial de la educación a pesar de ver en ella, aunque erróneamente, el medio para proporcionar al hombre mejores condiciones de vida.

Los planteamientos durkheimianos respecto a la necesidad de la diferenciación educativa atendiendo a la pertenencia a una determinada clase social, no obstante su carencia de sentido revolucionario, cuestionan de entrada y desde su misma trinchera ideológica, la pretendida homogeneización, igual de oportunidades y la democratización de la educación proclamada por el Estado mexicano en los distintos regímenes políticos.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Revela estudio de la Secretarìa de Educaciòn abusos entre estudiantes.

Las distintas formas de violencia se manifiestan en la mayorìa de las escuelas secundarias de Jalisco, concluye una investigaciòn realizada por la Secretarìa de Educaciòn Jalisco (SEJ).
La forma de violencia màs comùn entre los estudiantes es la de tipo sicològico, que se da cuando los alumnos ponen apodos, hablan mal de un compañero o ridiculizan al otro, de acuerdo con el estudio "Violencia Escolar: Maltrato entre iguales en las Escuelas Secundarias de la Zona Metropolitana de Guadalajara", que serà dado a conocer hoy por las autoridades educativas.
El estudio, realizado el año pasado en 16 secundarias en el turno matutino y siete en el turno vespertino, revela que despuès de la violencia sicològica, el maltrato por exclusiòn que consiste en ignorar o hacer menos a otro -es el tipo de agresiòn màs identificado entre alumnos, docentes, directivos y padres de familia que participaron en la investigaciòn.
Despuès de la exclusiòn, los estudiantes sufren el maltrato econòmico o la propiedad, y el maltrato de tipo sexual, en porcentajes màs bajos.
La violencia o maltrato escolar, tambièn conocido como "bullying", se define como un abuso de poder, acoso o utilizaciòn de la violencia entre menores dentro de la escuela.
En la investigaciòn realizada por la direcciòn de Sicopedagogìa de la SEJ, coordinada por la investigadora Isabel Valadez Figueroa, se señala que no es posible determinar si el maltrato escolar ha aumentado en los ùltimos años debido a que no existen antecedentes de investigaciòn del problema.
"Sin embargo, de acuerdo con lo manifestado por el personal de las escuelas y los alumnos estàn de acuerdo en que el fenòmeno del maltrato ha aumentado, mencionan que la violencia y la agresividad estàn presentes en las relaciones de compañeros y que son las formas que prevalecen en el àmbito escolar", se explica en el estudio.
El maltrato escolar se clasifica en verbal como los insultos; el sicològico, es decir cuando ridiculizan a un alumno o lo amenazan, incluso hasta con armas, y el fìsico, que es cuando lo golpean o lo jalonean.
Tambièn existe el maltrato por exclusiòn, que es cuando rechazan o ignoran a un compañero; de tipo sexual, cuando le hacen caricias no deseadas, y maltrato a la propiedad, que es cuando les esconden o roban cosas.
Dicho estudio fue realizado el año pasado e incluyò una muestra de mil 91 alumnos de distintos grados de secundaria, 530 padres de familia, todos los directores de todas las escuelas y una muestra de los docentes de los planteles estudiados.
MURAL publicò en noviembre del 2008, que de acuerdo con la investigaciòn realizada por la Secretarìa, entre 55 y 61 por ciento de los màs de mil alumnos que participaron en el estudio vivieron los tres roles que se juegan dentro del maltrato escolar, que son del agresor, vìctima u observador.
El resto de los alumnos pasò de ser observador a agresor o a vìctima, o ùnicamente fueron testigos del maltrato o acoso que sufriò otro adolescente dentro del plantel escolar.

MURAL
4 de Marzo de 2009.
Paulina Martìnez

Investigan 4 casos de bullying

La Procuradurìa General de Justicia del Estado ha recibido cuatro denuncias por abusos en la escuela o bullying.
Tomàs Coronado Olmos, Procurador estatal, indicò ayer que en todos los casos se trata de agresiones fìsicas o verbales grabadas para luego ser difundidas por Internet.
"(Vamos) a hacer la investigaciòn para ver què daños se ocasionaron, para ver què posibilidades hay de que pudiera hacerse responsables a padres de familia tambièn", explicò Coronado Olmos.
Los casos se indagaràn, pero tambièn se buscaràn medidas preventivas para atender los abusos.
"Tenemos el limitante de que no podemos ejercitar acciòn penal en contra de menores de edad", expresò Coronado Olmos.
El Procurador pretende platicar con padres de familia y el Secretario de Educaciòn, Miguel Angel Martìnez Espinoza, para buscar algunas alternativas preventivas en relaciòn a este tema.
Segùn una investigaciòn realizada por la Secretaria de Educaciòn Jalisco, el problema de la violencia escolar en secundarias permea en las 23 escuelas que participaron en un estudio elaborado el año pasado.
El maltrato sicològico, llamar al otro con apodos, amenazarlo o ridiculizarlo, es la forma de violencia màs identificada por la mayorìa de los alumnos, maestros, directivos y padres de familia que fueron consultados.
Esta es la primera investigaciòn realizada por una instancia estatal sobre el problema de la violencia escolar en el nivel de secundarias.
En el 2007, MURAL publicò que la violencia en las escuelas ya alarmò a padres de familia y autoridades, porque los menores graban las peleas con su celular y las difunden en Internet, donde llegan a ser observadas por miles de cibernautas.

MURAL
4 de Marzo del 2009
Santiago Vega y Paulina Martìnez