viernes, 18 de marzo de 2011

¿Qué hacer para que funcionen las escuelas?

Credito:

Gabriela Rojas

El Banco Mundial dice: rendición de cuentas. En su recién publicado libro Making Schools Work: New Evidence on Accountability Reforms, los autores analizan las amenazas a la calidad de la educación en los países en desarrollo que no se pueden explicar por la falta de recursos. En el libro se hace una revisión de las fallas en el servicio público educativo y se desarrolla el modelo conceptual, en el que se destaca que una de las causas principales de un servicio público educativo inequitativo y de baja calidad es la poca o nula rendición de cuentas de los proveedores (escuelas) a sus supervisores (autoridad educativa) y a sus clientes (estudiantes y padres de familia). Además, el estudio propone y examina el impacto positivo de tres líneas de reforma para fortalecer la rendición de cuentas en el servicio público educativo:

1) Políticas que utilizan el poder de la información para fortalecer la habilidad de los clientes para hacer que los proveedores rindan cuentas de los resultados. 2) Políticas que promuevan la consolidación de la autonomía administrativa de las escuelas y el empoderamiento de los padres de familia. 3) Políticas que hacen a los profesores responsables de los resultados de sus alumnos y que generan un esquema de incentivos mediante la dependencia del contrato definitivo de trabajo y el pago variable del salario en su rendimiento profesional.

México claramente tiene un sistema educativo inequitativo y de baja calidad, y ni hablar de la casi nula rendición de cuentas. Se han registrado avances en la “cantidad” de educación (años de escolaridad), pero la calidad ha sido soslayada. Y ahí están los resultados. México está en el lugar 48 de 65 países evaluados por la OCDE y ocupa el último sitio de los 33 países miembros de la organización. De acuerdo con el reporte 2008 de la Comisión en Crecimiento y Desarrollo “The Growth Report: Strategies for Sustained Growth and Inclusive Development”, “Los países que han logrado sostener altas tasas de crecimiento han hecho un esfuerzo en la educación de sus ciudadanos y el desarrollo de su capital humano”.

¿Por qué no le apostamos a la educación? ¿Por qué no nos enfocamos en la calidad de ésta? ¿Por qué no está en la agenda nacional una reforma de fondo al sistema educativo nacional? Son preguntas que todos (gobierno y sociedad civil) nos tenemos que hacer y responder. Es nuestra responsabilidad.

grojas@eleconomista.com.mx